miércoles, 26 de enero de 2011

Obsolescencia programada

Prometo escribir. Pero de momento, creo que el reportaje habla bastante por sí solo.

domingo, 23 de enero de 2011

Bienvenido Mr Jintao



Todo cambio implica un proceso. Así como la Revolución Francesa no fue cosa de dos días, ni tampoco la Guerra Civil Española, el cambio del mundo que se avecina se está empezando a gestar ahora. No sé si llegaré a verlo completamente finalizado. Desearía que no. Pero me temo que dentro de unos años, todos terminaremos hablando chino. Será el nuevo inglés. Y aunque ahora me acuerde del chiste aquel de los sevillanos, quizás deberíamos plantearnos el empezar a aprenderlo. ¿"La glotonería" de China es sólo culpa de ella o sólo está haciendo lo que Occidente le ha enseñado? Siempre me pareció una barbaridad el descubrir cómo las empresas se desmantelaban en sus lugares de orígen para establecerse en el continente asiático. Y a base de ir montando negocios, China se hizo rica. Porque dos y dos son cuatro, y blanco y en botella: leche.
Ahora se dedica a ir comprando deudas, a portarse bien con África y, lo último de lo que me he enterado, a ser amiguitos de Telefónica.
Pues bien, ¿qué me parece todo esto? Pues que Occidente está poniendo en bandeja su propia compra por parte de China. ¿Es esto algo que se preveía? Por supuesto, al igual que se preveía la crisis financiera mundial. ¿Deberíamos echarnos las manos a la cabeza? Como ciudadanos de a pie, sí porque cuando los chinos tomen el poder, y lo tomarán, olvidaos de la libertad de expresión, de poder escribir en blogs corrientes como éste y de pensar lo que os dé la gana.
Cuando le dije a una amiga que China iba a comprar deuda portuguesa, ésta me espetó que por qué no compraban mejor española. Está claro que si el borreguismo de mi amiga también es el que caracteriza a nuestros propios políticos, mal acabaremos.
Yo, por si acaso, creo que comenzaré a buscarme un manual de gramática china.

Enlaces interesantes:
Pekín se convierte en un modelo para el continente africano

Teléfonica tendrá un consejero chino

China anuncia la compra de 6.000 millones de euros en deuda española

Sobre el mundo del futuro

miércoles, 19 de enero de 2011

Real (e injusto) como la vida misma


Vamos a imaginarnos una situación. Os la describo y luego me decís qué os parece.
Vamos a imaginar que existe una mujer que estudió literatura en Oxford. Además del inglés, su idioma materno, sabe español y francés. Como mucho, ha trabajado dos años en toda su vida y ya tiene 45 años. Sobrevive porque es "mujer de.." y éste gana una pasta gansa. Esto implica que son ricos y que ella no tiene necesidad real de trabajar.
Supongamos ahora que ella no soporta el duro frío inglés y que como tiene un apartamento en Sevilla, está pensando que el año próximo pasará los meses de frío en España.
Todo esto se lo cuenta a una amiga suya, española, que vive en Sevilla y que además trabaja para la Junta de Andalucía. Y supongamos ahora que esta amiga le dice que, ya que estará por España, le puede buscar un "trabajito" de traductora en la Junta.

Hasta aquí, claro. Y si ahora os digo que esto es real, real, real como la vida misma, ¿qué pensáis?

Yo llevo masticando ortigas desde esta mañana.

domingo, 16 de enero de 2011

¿Un tabaquismo responsable?


El 1 de julio de 2007 las autoridades británicas tomaron la sabia decisión de prohibir, definitivamente, que se fumara en todo recinto cerrado o parcialmente cerrado así como en vehículos públicos e incluyeron espacios como pubs, bares, restaurantes, hoteles y residencias. Para éstos últimos, al igual que en aeropuertos, se especificó el establecimiento de aéreas concretas para los fumadores. De este modo, se intentaba poner freno al número de fallecidos y enfermos como consecuencia del tabaquismo. Ese mismo año, la cifra ascendía a 107.000 personas afectadas por el tabaco de las cuales 43.000 fallecieron por algún tipo de cáncer.
Actualmente se calcula que 10 millones de adultos siguen fumando en el Reino Unido y ha habido un incremento entre la población más joven.

De todos es conocido que los británicos pagan impuestos muy altos por el alcohol y el tabaco. Pero a pesar de su elevado precio, se siguen consumiendo. No es nada raro ni anormal que a las afueras de un pub, y a pesar del frío, la nieve o la lluvia, contemplemos a un número de parroquianos encendiendo sus cigarrillos. Por lo que, entiendo, que a pesar de que se conseguió que los espacios públicos no apestasen, los británicos siguen fumando.

Ahora nuestro país se ha sumado a la medida con la intención de prevenir el consumo de tabaco y garantizar unas condiciones más saludables. Pero como siempre, nunca llueve a gusto de todos.
Por un lado, tenemos a los hosteleros que aseguran que tendrán pérdidas si no se permite fumar en sus recintos. Asimismo, tenemos a los que habilitaron sus restaurantes con áreas de fumadores y no fumadores, y lógicamente, piden una compensación a cambio.
Entre la población hay diferencia de opiniones. Están los que alaban la medida y los que consideran que es casi una privación de las libertades.

Humildemente, si se me permite opinar, considero que a lo que nos enfrentamos es a un cambio de "costumbres". Personalmente, creo que el humo del tabaco es incompatible con aquellos lugares en los que hay comida o niños. Siempre me ha resultado de lo más desagradable, estar en un restaurante o bar, intentar disfrutar de mi almuerzo y que la persona que está a mi lado en la barra, me esté ahumando con su cigarro y fastidiándome la comida. No se puede prohibir, tajantemente, que una persona no fume bajo ninguna circunstancia. Pero que se frene al fumador en lugares públicos creo que es lo más acertado. Los fumadores pasivos también podemos morir de cáncer. Y si yo elijo libremente no fumar, ¿por qué tengo que hacerlo si la persona que está a mi lado se enciende un cigarro?

No creo que los bares y restaurantes, así como pubs y discotecas, vayan a tener tantas pérdidas como dicen. El que quiera tomar el café en el bar de siempre, puede seguir haciéndolo. Sólo se trata ahora de acostumbrarse a esperar a la hora del cigarro. También puedes fumártelo en casa o en la calle. De lo que se trata es de respetar el pulmón ajeno. Yo también me he encendido algún cigarro que otro, pero siempre he sido consciente de que sólo soy yo la que se debe tragar el humo, porque así lo elijo. Así que nunca se me ocurrió fumar cuando alguien estaba comiendo o en espacios sin ningún tipo de ventilación. Fumar, se puede seguir fumando aunque no sea lo deseable. Pero habrá que hacerlo con responsabilidad, ¿no?




Enlaces interesantes:

http://www.nosmokinglaw.co.uk/smoking_ban_guide/nosmokingmailer3.html

http://www.patient.co.uk/health/Smoking-The-Facts.htm

http://info.cancerresearchuk.org/cancerstats/types/lung/smoking/

http://www.cuatro.com/gente-extraordinaria/videos/adiccion-tabaco-gente-extraordinaria/20080905ctoultpro_10/

http://www.milenio.com/node/452316

sábado, 15 de enero de 2011

Sólo quería compartirlo contigo


Los acontecimientos se han desenvuelto de un modo nada agradable para mí. Pero así es la vida y así me lo tengo que tomar. Asumir que la experiencia no ha sido la esperada, pero asumiendo, recapacitando y alimentándome de todo lo aprendido. Todo aquí, suma. Nada resta. Y en el fondo, aunque aún me esperen un par de gritos más, y no sé aún dónde voy a poner el huevo, me siento conforme. Me siento aliviada.
El día que deje las llaves, no sólo me estaré desprendiendo de un par de objetos de metal, sino de un lastre que no quiero seguir soportando. Estaré, "comprando" así, mi libertad. La libertad de la que, simbólicamente y no tan figuradamente, me he estado sintiendo privada. No he podido dar clases de español como tenía pensado y deseado. No he podido mejorar mi inglés. No he podido y no he podido, y no he podido. Y los "no he podido" han engordado tanto la lista que, al final, como si de una relación sentimental se tratase, he tenido que romper. Cortar por lo sano, drásticamente pero con un as en la manga, es a lo que nos hemos visto obligados a hacer. Pero de nuevo, cómo ocurrió en Escocia, con la cabeza muy alta.
Interiormente, me siento inmensamente rica. En el banco, incluso, hasta cuento con un dinero que, aunque modesto, ahí está. Es mío. Ganado con mi esfuerzo y el sudor, ya no sólo de mi trabajo, sino también de mis lágrimas.
De todo esto ha nacido un ser políticamente mucho más activo. Más alerta. No hay mal que por bien no venga. Me he quitado una venda de los ojos impresionante. Una venda que me impedía ver que la lucha de clases sigue ahí. Y que, por mucho que unos se empeñen, se puede paliar. Podemos vencer. Me alegra saber que no soy una borrega. Que, voluntariamente, elijo salir de esa masa aforma que ya no merece mis respetos. Tú eliges cómo quieres ser y lo que ser. No ellos, los que están arriba. Pero tuya es la decisión de seguir dándole las riendas o no.
Parece que siempre estaremos rodeados de ricos que nos digan cómo tenemos qué hablar, cómo tenemos que comportarnos y cómo y cuándo tenemos que sufrir. Parece que siempre tendremos que conformarnos con explotación laboral, con una lista finita de sueños, y con unas ilusiones que aunque nos mantengan vivos por dentro, no se materializarán en nuestras vidas. Parece que una niebla llamada "capital" es la que manda por encima de políticos, de leyes y de la democracia. Parece que no tenemos más que obedecer. Y parece que, aunque la masa también lo sufra, mis palabras serán tomadas como los sueños de una loca. De una ilusa. De una utópica.
Esos argumentos no hacen más que convencerme de que estamos abocados al desorden. A un desorden que entre todos hemos propiciado. La otra noche, no tuve más narices que ver de nuevo V de Vendetta. Y así, retomo unas palabras que, perdonadme, no creo que sólo sean unas líneas de un guión, ni charlatanería barata:

"Nuestra integridad vale tan poco… pero es todo lo que tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros. Si salvaguardamos ese centímetro, somos libres."

Yo quiero, deseo y ahora VIVO más que nunca para salvaguardar ese centímetro. Necesitamos que ese centímetro permanezca intacto. La injusticia no es autoimpuesta como en realidad está ocurriendo. El dolor, el sufrimiento, el hambre, la guerra...¿acaso no podemos evitar tantos y tantos males? ¿De qué sirve que tengamos dos carreras universitarias si luego seguimos entrando en el juego, si no velamos por los intereses del mundo? No es fácil abrir los ojos. Lo sé. A mí me ha costado. Pero te invito a la reflexión. Al análisis profundo de lo que te rodea.
Yo me he tenido que venir a otro país para darme cuenta. Yo he tenido que plancharle la ropa, limpiarle la casa y cuidarle el niño a una familia para la que, simplemente, sólo he sido la chacha española. Yo tuve que limpiar mierda en un hotel en el que nunca se me trató con respeto. Yo he tenido que sentirme, poquito a poco y todos los días, más pequeñita por dentro hasta creerme que realmente sólo soy clase baja. Y que, a lo mejor, hasta sólo merecía eso.

Supongo que a cada uno le llega su reflexión, cuando le tiene que llegar. Yo abrí los ojos ahora. Yo quiero tender mis brazos hacia un mundo más justo, ahora. Y no te puedo pedir que hagas lo mismo. Porque tú no eres yo, y respeto que tú no pienses como yo.
Pero hazme un favor. Cierra los ojos e imagínate cómo te gustaría verte dentro de diez años. Cómo gustaría que fuera tu país dentro de diez años. Cómo te gustaría que el mundo, el planeta en el que vives, fuera dentro de diez años.
Abre los ojos ahora y dime qué ves. Dime cómo será la realidad si no ponemos todos un poco de nuestra parte. Dime si crees que es tan difícil.

No tienes que pensar como yo. Ni sentir lo que yo siento. Con que hayas sacado unos minutos para leer esto, me doy por satisfecha. Y perdona si, de un tiempo a esta parte, no hago más que repetirme. Pero ahora me siento mejor persona. Y sólo quería compartirlo contigo.


viernes, 7 de enero de 2011